La revista Bostezo se presentó por fin en el MUVIM el pasado día 22, con gran éxito de publico y critica (que se suele decir), el sitio estaba a rebosar, (creo que los primeros sorprendidos eran ellos mismos), y parece ser que por fin, esta ciudad de fallas y eventos de hormigón comienza a reviscolar, otro síntoma más de cierta inquietud en el mundo cultural. David Barberá (redactor jefe) en su breve alocución sentenció: “Bostezo no tiene nada que perder”… porque ya nació perdida (añade Walter Buscarini, el jefe). Todo lo que sobreviva a partir de ahora es ganancia. Y así debe de ser, no hace falta ser un lince para darse cuenta que estos intrépidos editores y aventureros lo tienen difícil para hacerse un hueco entre la debacle que se cierne sobre las publicaciones en papel, por eso doble apoyo y ojalá les salga bien su apuesta por sacar las mascaras y los colores a esta sociedad que vive en el bostezo (¿a ver si el nombre –enigmático donde los haya--, es una clave secreta, que sirve de enganche a una generación perdida?).
Por otra parte, como es sabido por quienes me conocen, me gusta (de Bostezo) más el fondo que la forma, un fondo de armario de gran calidad, yo destacaría (es pura opinión subjetiva) los textos de Echevarria, Guillermo López, Paco Inclan y Pablo Santiago, pero el dossier llamado “la información como sospecha” apenas tiene desperdicio y marcan unos modos con finura e inteligencia escasos en nuestros días y por estos lares que auguran que darán guerra por un tiempo, que tienen ideas, ganas y material escrito en reserva para varios números. Por muchos años…bostezos.
Esto es una casi-revista anónima que pretende convertirse en un punto de encuentro cultural mezclando su polifónica agenda con distintas formas artísticas.
Nuestra opción es pensar y hacer pensar. Nosotros optamos por la desnudez.
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